LA ASOCIACIÓN POR UN IBI REAL SOLICITA LA PERSONACIÓN Y VISTA DEL EXPENDIENTE DE CONCESIÓN DE LA LICENCIA DE OBRA EN EL MEGAPROYECTO DE URBANIZACIÓN DE COSTA SANCTI PETRI.
La Asociación Por un Ibi real, se ha sumado al movimiento ecologista y vecinal nacido por la alarma social que ha causado en Chiclana el anuncio llevado a cabo por el Alcalde a través de la prensa de un megaproyecto de urbanización en Costa Sancti Petri.
Preocupada por la posible desaparición de uno de los pocos bosques de pinos piñoneros que quedan en nuestro litoral, hábitat de especies tan emblemáticas y amenazadas como el camaleón. La asociación, como primera actuación, ha solicitado “la personación y vista del expediente” de concesión de la licencia de obra a fin de clarificar, si se ha cumplido con la legalidad vigente en su tramitación, así como, el impacto negativo, estético y medio ambiental, que indudablemente va a tener sobre éste paraje idílico de nuestro litoral, y del que poco queda ya en la costa gaditana.
La asociación considera sorprendente la forma de actuar del alcalde, y denuncia, el secretismo y la rapidez en la tramitación del expediente de concesión de la licencia de obra del mencionado megaproyecto de urbanización, del que se tuvo conocimiento por primera vez por la ciudadanía, con la nota de prensa remitida desde el Ayuntamiento, a los periódicos hace pocos días. Esta entidad social, anuncia que se opondrá con todos los medios a su alcance a lo que considera una política irresponsable y corto placista de este Ayuntamiento que de forma sistemática continúa eliminando las escasas masas boscosas que aún quedan en Chiclana, cuando precisamente éstas son uno de nuestros principales atractivos turísticos, y el principal legado, que podemos transmitir a las generaciones futuras.
En definitiva, el alcalde pretende matar la gallina de los huevos de oro, invadiendo de hormigón hasta el último centímetro del litoral, en perjuicio del bienestar de la inmensa mayoría, y en beneficio exclusivo, de una promotora supuestamente " de nueva generación ", cuyo único objetivo, evidentemente, como el de las promotoras de toda la vida, no es otro que obtener el máximo beneficio económico, sin importarles lo más mínimo el irreversible daño medio ambiental, y el futuro, de nuestros hijos y nietos.