Polémica en Chiclana por el cobro del IBI tras la caída del PGOU
Urbanismo desmiente una denuncia que le acusaba de aplicar el impuesto de suelos urbanos a terrenos que han pasado a ser rústicos
La caída del Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) de Chiclana ha provocado la parálisis urbanística en muchos tramos de la ciudad. La vuelta a las Normas Subsidiarias de 1987 genera dudas, indignación e incomprensión entre los afectados, para los que es difícil entender la complejidad legal de la situación y la calificación que ahora tienen sus terrenos.
La última polémica gira en torno al cobro del Impuesto de Bienes Inmuebles (IBI), un impuesto municipal cuyo pago voluntario se efectúa en estas semanas. Tras la suspensión del Plan urbanístico por parte del Tribunal Supremo, muchos terrenos han cambiado su calificación respecto al año anterior: algunas parcelas rústicas han pasado a ser urbanas, teniendo que afrontar un pago mayor; y algunas urbanas han pasado a ser rústicas, con un ahorro considerable.
En este contexto, una denuncia de la Asociación Iniciativa Social por una Chiclana y un IBI real ha generado aún más confusión entre la ciudadanía: según alertaron hace unos días, el Ayuntamiento “se está lucrando indebidamente” al “no comunicar al Catastro los terrenos urbanos que han pasado a ser rústicos tras la anulación del PGOU”.
Nada más lejos de la realidad. Pese a la acusación, que ha llevado a algunos propietarios a pedir explicaciones, la Gerencia del Catastro cuenta con la relación de suelos actualizada desde hace meses, tal y como marca la ley. El cobro del IBI contempla el 1 de enero como fecha para el “hecho imponible”, por lo que la tasa de este 2022 se pasará en función de la valoración catastral que tuviera el terreno en ese momento.
El PGOU fue suspendido a mediados de diciembre, por lo que la Delegación de Urbanismo del Ayuntamiento de Chiclana tuvo que trabajar a contrarreloj para entregar la nueva relación de suelos actualizada en base a las Normas Subsidiarias de 1987 y a la Ley del Catastro. La ampliación con todos los detalles se entregó el 24 de febrero, lo que permitió actualizar a tiempo el cobro según la nueva norma vigente.
Sin embargo, para el cobro del IBI no se tiene en cuenta únicamente la calificación del suelo del plan urbanístico vigente, en este caso el de 1987. La Ley del Catastro contempla una serie de especificidades por las que un terreno en principio rústico puede considerarse urbano: contar con servicios y dotaciones básicas, suelos consolidados por la edificación, etc. Un matiz importante que provoca aún más confusión entre la ciudadanía.
De esta forma, el Ayuntamiento explica que el IBI se cobrará en base a las Normas Subsidiarias, aunque la calificación de un terreno a ojos del Catastro puede ser distinto al del plan urbanístico vigente.
El POU, la alternativa
Tras adjudicar los trabajos a la empresa redactora, el Ayuntamiento de Chiclana trabaja desde hace unas semanas en el Plan de Ordenación Urbana (POU), un Plan urbanístico temporal que afectaría a los suelos urbanos y evitaría que la ciudad se siga rigiendo por las normas de 1987. Según los cálculos más optimistas, podría estar en marcha en menos de un año y medio. Ese marco normativo estaría vigente antes de la aprobación definitiva del PGOM, frenando el parón urbanístico en la ciudad.
FUENTE: https://www.diariodecadiz.es/chiclana/Polemica-Chiclana-cobro-IBI-PGOU_0_1732628824.html