«Vamos a continuar»
José María Román, alcalde de Chiclana, cumple un año como presidente de la Mancomunidad de Municipios de la Bahía de Cádiz empeñado en llevar adelante grandes proyectos comunes.
Corren tiempos en los que la ciudadanía lo juzga todo. En el plano político, si cabe, aún más. Y de ese juicio público constante, y necesario, no se salvan las administraciones. No ya el Estado, la Administración autonómica o los ayuntamientos, sino un tipo de administración que desde hace años está en tela de juicio. Las mancomunidades y su papel. De hecho, en Cádiz, la del Bajo Guadalquivir ha desaparecido (incluía a Trebujena, Chipiona, Rota y Sanlúcar, además de otros municipios de la provincia de Sevilla); y la de La Janda va por el mismo camino. Sin embargo, en el caso de la Bahía de Cádiz, la Mancomunidad ha estado con un pie en la tumba, pero su nuevo presidente, el alcalde de Chiclana, José María Román, está empeñado en que sirva para lo que siempre se quiso que sirviera pero nadie supo ponerlo en pie.
Román acude a la llamada de este periódico a analizar, de un lado, su primer año al frente de este órgano que se nutre de las aportaciones, en teoría, de los siete ayuntamientos que lo integran: Cádiz, Jerez, San Fernando, Chiclana, El Puerto, Puerto Real y Rota. En ese ‘sillón’ lleva desde el pasado 20 de diciembre de 2015. Pero también quiere hablar de futuro. El presidente recuerda que, a su llegada, tenía un objetivo: tomar el pulso a cada ayuntamiento, a cada Alcaldía y ver si la Mancomunidad continuaba o tenía que desaparecer. “Hubo una posición unánime de seguir avanzando –admite–, porque fui uno a uno para ver qué teníamos que hacer y la posición era continuar”.
Hoy esta situación, a juzgar por sus palabras, es como se suele decir, una playa. Antes era distinto. “Venimos de una Bahía donde cada Alcaldía ha tenido al frente a personas con mucho carácter y ha sido muy difícil llegar a una fórmula donde primase el interés de todos en lugar del interés de cada uno. Ahora llegamos a una etapa para retomar todo esto”. Y da la primera clave de su plan: “Hay muchos servicios que no tiene sentido que lo hagamos de forma separada cada ayuntamiento cuando todos hacemos lo mismo”. Le recordamos que esta es una reivindicación histórica de la Mancomunidad que nunca se ha llegado a poner en marcha, desde la basura al cementerio y otros asuntos. Y Román insiste: “Todas estas cosas tendrían que ir mucho más rápidas, pero hay que ser conscientes de que la inercia que traíamos era que la Mancomunidad iba a desaparecer y nunca se iba a hacer Bahía. Ahora estamos intentando recuperar esa idea de hacer Bahía”. Pero, para lograrlo, se necesitan hechos, dice el presidente.En sus palabras, “la voluntad se manifiesta con los hechos, aportando dinero. Estamos en ese proceso. Hay alguna tibieza en algunos ayuntamientos. Por ejemplo San Fernando tiene que aprobar los estatutos de la Mancomunidad y lleva cinco meses para aprobarlo y no sé el motivo por el que no lo hace. Nadie está en este órgano por obligación”.
Una vez más, José María Román defiende su idea, su proyecto. Preguntamos al presidente qué le diría a toda esa gente que piensa que las mancomunidades o las diputaciones suponen un gasto innecesario que habría que eliminar.Él lo tiene muy claro. “La Mancomunidad es algo que puede servirnos de mucho para hacer Bahía y que cada vez se pueda vivir mejor. Vivimos para ser lo más felices posible y optimizando la Mancomunidad puede servir para mejorar los servicios en la Bahía”. Pero, aun siendo diputado provincial, mete un dedo en una de las llagas. “Con las diputaciones toca repensar cosas. No estoy diciendo que tengan que desaparecer, no hay que ir a máximos, pero sí repensarlas. Los ayuntamientos estamos mal económicamente, la Diputación tiene buenos números y tiene que producirse un debate. Algún ajuste es preciso hacer”.
No se queda en el puro debate político. Habla de proyectos. En la última junta general en la que aprobó los nuevos presupuestos mancomunados, salieron adelante ya algunas ideas. Una de ellas es crear un servicio de recogida de animales. Explica que la intención es aprobar una licitación conjunta entre Cádiz, San Fernando y Chiclana (aunque dejando la puerta abierta a Puerto Real y algún otro ayuntamiento) y sería la propia Mancomunidad la que construiría ese centro con recursos propios. Se levantará en suelos municipales que cederá el Ayuntamiento de Chiclana (en el entorno de la carretera de Medina). Su objetivo es que a lo largo de 2017 se concrete la cesión de suelos, el proyecto y comiencen las obras.Reducir gastosDe ponerse en marcha este servicio, Román pretende que se aplique la misma fórmula para todo cuanto desarrolle la Mancomunidad. “Si todos hacemos lo mismo pero cada uno por separado, al final es más caro; se trata de reducir el gasto municipal pero, claro tienen que aportar a la Mancomunidad”. Pone un ejemplo con la recogida de la basura, pero que podría funcionar igual con el agua o la electricidad. “Tenemos un consorcio Bahía de Cádiz de tratamiento de la basura, tenemos una empresa que es Bioreciclaje con ámbito de Bahía y después cada ayuntamiento por separado tiene una empresa que es una contrata a la que pagamos por la recogida una facturación por los camiones y la mano de obra; ese servicio se incrementa con un 21% de IVA y entre un 8 y un 12% más por gastos generales y beneficio industrial. Un 30% más como mínimo. Lo que yo propongo es que nos ahorremos el IVA y el beneficio industrial y lo hagamos directamente por la Mancomunidad, donde los camiones son polivalentes porque se recoge y se optimiza, una única flota, uno solo modelo de contenedor, seríamos más potentes a la hora de negociar la compra de camiones y de gasoil, etc. Estaríamos aportando beneficios, sería un ahorro. Y los trabajadores pasarían a trabajar para la Mancomunidad”.
Y, una vez más, la teoría se desmorona cuando se intenta hacer realidad. El propio Román reconoce que este asunto “se ha tratado y se ha aparcado de momento”. ¿El motivo? “Parece que da miedo la magnitud de esta idea; para tomar en serio estas cosas, el servicio tiene que pasar con los fondos correspondientes. La tasa que cobre cada ayuntamiento tendría que pasar a la Mancomunidad. No se trata de que nos engañemos y yo te doy el servicio y después no me pagas y lo uso para financiarme. Hay que ser serios. Ahora, estoy absolutamente convencido de que como ayuntamientos somos prestadores de servicios, y hacerlo así es más barato y más eficiente para todos. Todo se queda en la Bahía”.
Otro asunto. El cementerio. Cemabasa funciona, según el presidente Román, “ porque Cádiz tenía un problema”. Pero, junto a Cádiz y Chiclana, el ente mancomunado prepara ya la incorporación como socios de pleno derecho de los ayuntamientos de Puerto Real y Rota.
Sobre los cursos para astilleros, José María Román dio un buen golpe de efecto cuando, meses atrás, y en medio de la incertidumbre que rodeaba al sector naval gaditano, anunció que la propia Mancomunidad, junto a varios municipios, pondría en marcha cursos de formación para trabajadores de los astilleros. Sin embargo, nunca se supo más. Hasta ahora. El presidente asegura que no arrancó esta idea porque los ayuntamientos “manifestaron sus dificultades económicas para avanzar”. “Pero lo voy a hacer”, asegura rotundo. De hecho, anuncia una partida de unos 200.000 euros de fondos propios para cursos de formación del sector naval, “fundamentalmente que permitan recualificar a estos profesionales, independientemente de que entren o no los ayuntamientos”.
También se acuerda Román de algo fundamental para ‘coser’ la Mancomunidad: el tranvía. Su opinión coincide con la de muchos otros: “El tranvía será una realidad si llega a Cádiz, todo lo que no sea eso es un gran fracaso. El tranvía es un eje vertebrador, podría ser un eje maravilloso para que tres ciudades muy unidas como Cádiz, San Fernando y Chiclana lo estén aún más. Lo que no es lógico es que detentemos cada ayuntamiento una posición casi en clave principesca y hegemónica en lugar de ser conscientes de que somos entes prestadores de servicios y ya está”. Por último, admite que estos nuevos tiempos tienen también cosas buenas. Por ejemplo, menos partidismo en los dirigentes políticos, “y no lo digo por los míos sino por quienes no son compañeros de partido”. Asegura que es alcalde “porque es lo que me gusta”, y admite que la Mancomunidad “es coyuntural; sé que soy presidente de alcaldes porque así lo quieren esos alcaldes, no tengo autonomía”. Y concluye: “La presión, evidentemente, se nota en el Ayuntamiento que es donde están los principales problemas; la Mancomunidad es otro nivel. Yo que fui delegado de la Junta hace ya mucho tiempo siempre decía que, con todo respeto, delegado de la Junta es cualquiera, lo difícil es ser concejal”.