Andalucía se sitúa entre las regiones con mayor presión fiscal de España
La recaudación impositiva asciende al 34,6% del PIB, dos puntos superior a la media
Sólo tres autonomías están por encima y, en general, las más ricas figuran en la parte baja del ranking
Hace unos días, la oficina de estadística comunitaria, Eurostat publicó los datos de la presión fiscal en cada país de la Unión Europea. Ésta mide la capacidad recaudatoria de un Estado con respecto a su Producto Interior Bruto (PIB), es decir, con respecto a su riqueza. Y, pese a que en España ha crecido significativamente en los últimos años, sigue estando bastante por encima de las principales economías del euro. En 2015 se sitúa en el 34,6%, frente al 47,9% de Francia, el 43,5% de Italia o el 40% de Alemania, país este último que se coloca justo en la media recaudatoria europea. Entre los grandes, sólo Reino Unido se acerca a España, con un 34,9%.
¿Qué ocurre si esa estadística la extrapolamos a las Comunidades Autónomas? Se puede calcular a partir de las balanzas fiscales publicadas el pasado mes de julio, que se refieren a datos de 2013. Es la manera más fiable de conocer la presión fiscal, ya que las estadísticas de ingresos que publica cada año el Ministerio de Hacienda (la última, la de 2015) tienen en cuenta dónde se recaudan los impuestos y no dónde se generan. De este modo, la capacidad recaudatoria de Madrid -donde están afincadas muchas grandes empresas- se dispara con respecto a otras autonomías.
Sin ese efecto, resulta que Andalucía está entre las regiones con mayor presión fiscal de España. Concretamente se sitúa en la cuarta posición, con el 34,65% sólo por detrás de Asturias, Cantabria y Extremadura (ver gráfico). No sólo está dos puntos porcentuales alejada de la media española en 2013, que era del 32,71%, sino que se coloca por delante de comunidades mucho más ricas como Cataluña (33,14%), País Vasco (32,61%) y Madrid (31,83%). Esta última, de hecho, es una de las autonomías que menos ingresa respecto a su PIB. Sólo La Rioja, Navarra y Canarias están a la zaga, en los dos últimos casos por el beneficio de disfrutar de un régimen fiscal más favorable que el del resto de las autonomías españolas.
Curiosamente, en España son las comunidades pobres -en general- las que soportan mayor presión fiscal. Francia o Alemania recaudan más que nuestro país en relación al PIB porque sus impuestos son objetivamente mucho más altos, pero aquí la estructura fiscal es parecida en todo el país, con algunas diferencias según comunidades. Si pagan más las más pobres es, según Joaquín Aurioles, profesor de Teoría Económica de la Universidad de Málaga, porque «el sistema español es regresivo; si fuera progresivo habría menos presión para las más desfavorecidas pero sucede justo al revés». Ello se debe a la importancia de los impuestos indirectos, que gravan a todos por igual pero suponen por lógica una mayor presión fiscal para los que tienen menor PIB. La forma de corregirlo sería, según Aurioles, incidiendo más en los impuestos progresivos, como el IRPF, que gravan de forma diferente según la renta.
La posición andaluza se agrava si tenemos en cuenta otro indicador: el esfuerzo fiscal por habitante. Se conoce como el índice Frank y pone en relación la presión fiscal y la renta bruta por habitante. Al ser la presión fiscal en Andalucía más alta que la media y los ingresos per capita de los más bajos de España el esfuerzo es mayor. Y así, sólo Extremadura supera a nuestra región. Para que se vea de forma más gráfica, el esfuerzo fiscal de un andaluz medio en 2013 fue un 34% superior al de la media española, un 72% mayor que el de un madrileño y un 78% por encima del de un vasco.
Si descendemos a la presión fiscal por impuestos, concluimos que Andalucía está en niveles más bajos de presión en los que afectan directamente a la renta y más altos en los que tienen que ver más con el consumo. Así, recauda menos que la media (en relación con el PIB) en el caso del IRPF, un 6,24% frente al 7,30% de media, y esto tiene claramente que ver con los menores ingresos respecto a otras regiones. Sin embargo, es la tercera que más ingresa con respecto a su riqueza en lo que se refiere al IVA (6,82%), la segunda en impuestos especiales (2,71%) y la tercera en Sociedades (2,33%). Llama la atención, en este sentido, que sean las comunidades más ricas (Madrid, Cataluña, País Vasco y Navarra) la que menos presión sufran con este último impuesto.