Empleo y buen entendimiento, las claves de la gobernabilidad de Chiclana
PSOE e IU rubrican un acuerdo que dará estabilidad al Pleno gracias a puntos básicos como la vivienda o el fin de los problemas del diseminado
Es eso que llaman nueva política o tiempo nuevo. Hace cuatro años quizás el acuerdo rubricado el pasado miércoles entre PSOE e IU en Chiclana hubiera tenido otro resultado: un gobierno de coalición. Pero en este nuevo escenario de transparencia, partidos emergentes y aparente honestidad con las urnas, los políticos han virado su estrategia a lo que quizás siempre debió ser.
Y en este nuevo tablero de juego, en Chiclana gobernará en soledad el partido más votado; aunque con mayoría simple (11 concejales). Y lo hará gracias a un documento que pretende sentar las bases «de una nueva forma de trabajar», donde supuestamente «primará el diálogo y el entendimiento con el único objetivo de conseguir que esta ciudad avance, económica y socialmente».
O al menos eso reza el acuerdo que firmaron PSOE e IU el miércoles y que deja a IU en la oposición por elección propia, pero como aliado en una serie de políticas claves para la localidad.
Concretamente, son ocho los pilares que sostienen la estabilidad y la gobernabilidad del PSOE en el Ayuntamiento. Empleo, servicios básicos, IBI, PGOU, extrarradio, vivienda, municipalización de servicios y un código de buen gobierno trazarán la línea que hará posible que el PSOE saque adelante las propuestas que necesite en los plenos.
Estos puntos básicos salieron de un encuentro celebrado el pasado 3 de junio y en el que se sentaron la coordinadora local Ana Rodríguez, Ignacio Ostúa, Roberto Palmero, Dolores Vela y Juan A. Rubio por parte de IU y Cándida Verdier, Manuel Chozas, Joaquín Páez y Ma Carmen Jiménez y el candidato a la Alcaldía, José María Román, por parte del PSOE.
Y hubo acuerdo que hará que este sábado Izquierda Unida vote sí a la investidura de Román. Será cuando eche a andar el documento que persigue principalmente «dar una respuesta contundente» a «la creación de empleo y el reparto en justicia de las ofertas generadas por la administración».
Para ello, el acuerdo plantea poner «en marcha planes de empleo municipales especialmente enfocados a los segmentos de población con mayor dificultad para la inserción laboral y bolsas de trabajo públicas y transparentes».
El siguiente punto a trabajar es «la municipalización de los servicios públicos». Lo cierto es que PSOE e IU ya coincidían previamente en sus programas electorales en la mayor parte de los puntos cerrados. Este era uno de ellos al considerar «la recuperación de los servicios ofertados por el Ayuntamiento produce una doble mejora: en la calidad de dichos servicios y en la generación de nuevos puestos de empleo».
Pero no es fácil y ambas formaciones lo saben. Por ello, la idea es crear una mesa de trabajo que estudie la viabilidad de recuperar los servicios. De entrada, el documento fija enero de 2016 como fecha para «la recuperación de los servicios a medida que vayan finalizando los respectivos pliegos de condiciones».
Servicios básicos y PGOU
Sin duda, el PGOU del que carece la ciudad desde hace años (es la única de la provincia que no tiene este documento básico y que debería poseer) es otro gran quebradero de cabeza que solventará este acuerdo a dos bandas.
Sin embargo, no aclara si se optará por completar el camino del que está a punto de aprobarse para luego modificarlo o redactar uno de nuevo. Más sencillo parece cumplir la promesa que ambas formaciones hicieron a la Asociación Por un IBI Real para realizar una revisión total de los valores catastrales, crear un plan de devolución de lo cobrado de más en estos años pasados y derogar la nueva tasa de basuras.
Vinculado a la compleja realidad urbanística de Chiclana, PSOE e IU también consideran primordial acabar con el problema de la ausencia de los suministros básicos en el diseminado. Este punto se concretará con la creación de una concejalía de Diseminado que «trabajará de forma inmediata para que las viviendas del diseminado tengan acceso a los suministros básicos».
Los problemas sociales derivados de los duros tiempos vividos en Chiclana durante la crisis centran dos puntos del acuerdo de gobernabilidad. Concretamente, los que hablan de la vivienda y los servicios básicos. Así, el Ayuntamiento pretende negociar con los bancos «para que el parque de viviendas en manos de los bancos se pongan a disposición del Registro de Demandantes de Viviendas». A eso se suma la intención «de garantizar el suministro de los servicios básicos de agua y electricidad a todas aquellas familias que no puedan sufragarlo».
El documento no duda en tildar la realidad política actual como «compleja». Conscientes de nuevo escenario, reflejado «en un salón de Plenos con un buen número de formaciones distintas», ambas formaciones reflexionan «sobre la necesidad de establecer un nuevo tiempo político», de ahí que también hayan decidido «dar cumplimiento efectivo al Código de Buen Gobierno de la FEMP, aprobado en Pleno municipal» y que hasta ahora no se había cumplido.
Lo dicho, nuevas formas de hacer política para un tiempo nuevo. De la evolución de este acuerdo en Chiclana queda por ver si en los próximos cuatro años lo que ahora se considera nuevo, no vira de nuevo a viejo.